Pedro "El Granaino", de familia gitana y marcado por el ambiente flamenco desde la cuna, empieza a darse a conocer, ni más ni menos, que de la mano de la familia de los Farrucos. Debuta como cantaor en solitario en el Festival de Jerez y desde ese momento, ha recibido un espléndido reconocimiento de la crítica y la afición, gracias a su privilegiada garganta y su inconfundible eco, desgarrado y puro. El Cante Jondo es un recital donde la jondura y el quejío de la garganta de Pedro "El Granaino" se funden con los acordes de una guitarra, se desgarran el alma con gusto y compás por Soleá y emocionan por Seguiriya.