¿A quién no le ha inquietado la figura de un payaso? Todos alguna vez nos hemos preguntado qué vida se esconde detrás de ese rostro maquillado, de la nariz colorada, de la sonrisa impertérrita. Este monólogo es un homenaje al circo y a sus clowns. En la soledad de la espera previa a una función benéfica, donde actuará entre el hombre bala y los trapecistas, un payaso repasa y evoca momentos de su pasado. En su confesión le relata al público la relación con su familia, así como los hechos y personas que le marcaron en el circo donde nació. Y en la perorata surgen a colación compañeros de profesión como Charlie Rivel, Tortell Poltrona, Zampabollos, los Raluy, Grock y Pepe Viyuela. Entre la comedia y el drama, entre la risa ostentosa y congelada en el rostro, este personaje tierno y lleno de vida se desnuda emocionalmente para compartir sus miedos y pasiones. Hay poesía, hay humor y rebeldía en el camerino de este payaso que advierte al respetable: "Yo si no se como una flor o me tiro un pedo no sé seguir una conversación".

Teatro del Zurdo

Ya han pasado dos décadas desde el montaje Esperando al Zurdo, de Clifford Odetts, bajo la dirección de Cristina Rota. Aquella pieza fue el acicate para que los actores Luis Bermejo y Luis Crespo afrontaran la aventura conjunta de una productora teatral donde primase la dramaturgia contemporánea. A la animosa pareja pronto se sumó el autor José Ramón Fernández, Premio Nacional de Literatura Dramática 2011 y Premio Max 2002. Juntos han compartido cinco producciones, la más reciente es El minuto del payaso, que cuenta con la dirección de Fernando Soto y el protagonismo absoluto de Bermejo, actor en un sinfín de obras de calado artístico, habitual de la compañía Animalario y del Teatro de la Abadía, donde formó parte del elenco del espectáculo Sobre Horacios y Curiacios, Premio Max al Mejor Espectáculo Teatral 2004. Su rostro, conocido de los aficionados del teatro, ha alcanzado proyección en el ámbito audiovisual con películas como Días de fútbol (David Serrano, 2003), La soledad (Jaime Rosales, 2007), Una palabra tuya (Ángeles González-Sinde, 2008) por la que fue nominado al Goya al mejor actor revelación, y la más reciente Magical Girl (Carlos Vermut, 2014), por la que optó al Goya 2015 en la categoría de actor protagonista.